martes, 22 de enero de 2013

La Vida En Las Trincheras



La vida en las trincheras durante la I Guerra Mundial


La guerra de trincheras fue una constante prueba de resistencia humana las veinticuatro horas del día. La guerra en las trincheras se caracterizó por la falta de movimiento en los frentes. La mayoría de las personas de hoy en día no habríamos sobrevivido un solo día en las trincheras, por no hablar de años, como estos jóvenes, que al final debían aceptarlo como algo cotidiano.

La vida en las trincheras era agotadora en muchos aspectos, no sólo en lo físico, sino también en lo moral. Era aburrida y se tenía miedo a la muerte. Cada día morían compañeros.


A veces los cadáveres se descomponían frente a las trincheras. La falta de sueño y el cansancio desmoralizaban a las tropas.

Los soldados se sentían deprimidos, agotados, apenas con ánimos para vivir y seguir luchando.

Muchos cayeron en desordenes mentales, especialmente durante los últimos años de la guerra.

Había millones de ratas, algunas incluso del tamaño de un gato. Tenían que quitárselas de la cara y de las manos mientras dormían.

Cada día, cientos de proyectiles de artillería caían en las trincheras.

Un soldado podía pasar largos periodos destinado en primera línea de fuego.

Otros muchos, sin embargo, morían en su primer día en las trincheras como consecuencia de los disparos de un francotirador.